Siete años
Desafiando La Suerte con Trabajo
'Píntate el dintel del alma, sé gestor de tú propio rumbo, empodérate del timón del destino' |
www.jorgemoncada.co |
La suerte,
acontecer que llega al límite de lo posible y transgrede la lógica del momento secuencial. Realidad
que se invoca en los pesares -paraíso de los soñadores- y constante analgésico
en las tribulaciones.
Hay suertes buscadas, otras encontradas y entre tanto
milagro, podríamos llamarlas
sistemáticas. Pero yo… Yo le apuesto A: el trabajo, acción, atención,
ejecución, celebración, evento, acontecer, oportunidad llena de júbilo. La independencia.
Es tan fuerte el
deseo de independencia, que ponemos en
juego que ponemos en juego: seguir
teniendo oportunidades, chances y azares. Ponemos todo el esfuerzo de vida,
para tal vez perderla o buscar esa sensación traqueal; el sabor de la victoria,
la satisfacción del esfuerzo, del trabajo, de la disciplina, de la conjura de
errores propios, del resuelve de lo indirecto, que le da gusto paliativo a la
‘vida’.
He tratado de respetar tanto a los clientes, qué jamás
he buscado apropiarme de sus requerimientos.
Las marcas dueñas del inconsciente
del consumidor - efecto publicidad-
utilizan al público cautivo, para seguir generando deseo de lo
establecido, lo tradicional, lo sabido en el ámbito comercial.
De otra parte,
existe otro consumidor, conocedor, instruido y muy analítico de las estrategias
globales de mercadeo. A ese cliente, tampoco le he satisfecho sus deseos de
permanecer neutral, al momento de la compra de marcas. Dicho consumidor, no
cree en logo-símbolos, no es modelo de sellos, no quiere ser marcado por nada,
ni nadie. Por consiguiente, se rehúsa a llevar prendas de vestir con figuras,
letras, animales, símbolos nominativos o figurativos, que lo identifique con
algo. Y nuestra prendas de vestir BuenaMar In COL, todas tienen marca y muy
visible.
Con esa secuencia de ideas, el ejercicio podría ser
más difícil. Dicha creación de
auto-filtros, imposibilita el accionar en ambiente normal, conocido u
obvio. ¿Pero quién dijo, qué lo obvio es
verdad?, ¿qué lo obvio funciona o es obligatorio?, buena pregunta en el mundo
del incierto.
'No puedo ser un consejero en el amanecer de la vida, pero en el ocaso de la muerte desvanecida, sí soy consultor: un testigo de la cíclica mutación de los presentes' |
No poder predecir el mañana, es la realidad que es un
hecho en el comercio. No es igual ser asalariado y recibir puntualmente el pago
por una labor o servicio o ser servidor público, con más beneficios, que
obligaciones. Que empezar de cero todos días cómo el comerciante.
Paga analizar el resuelve del diario vivir de las
ventas: se necesita disciplina, creatividad y tomar riesgos al deambular por territorios “minados” de impuestos,
obligaciones civiles, contractuales, laborales, judiciales y
sociales en la que se ve inmerso el comerciante. Sin contar con la feroz
competencia. La competencia de lo cierto y lo incierto.
En respuesta,
no paga lamentarse por los ordenamientos establecidos, que son reglas de juego necesarias, para
lograr una competencia leal.
Hace muchos años, establecí una matriz de negocio,
basada en la creación de marca propia, se logró.
Enfrenté en la balanza marcas establecidas contra la
propia (Almacén Oporto) en un equilibrio de reglas y encontré muy favorable la ventaja, que uno mismo se da.
Le sumé a la ventaja de la propia marca, crecer con internet,
sin dejar de invertir en publicidad tradicional, además, me adecué a las
exigencias de las redes sociales y las utilizo.
Desarrollé una empresa con
fundamentación horizontal, creciendo para sostener, no para tener, sino para
suplir las necesidades y sueños de todos los integrantes del equipo de
trabajo.
No me abro con demasiados inventarios u obligaciones. No incurro en elevados costos fijos, no práctico
plagio, contrabando, o competencia
desleal, muy al contrario, apoyo la fabricación nacional, la innovación y emprendimiento local. Además aporto a la
lucha social, ambiental y política-independiente, torneando la responsabilidad empresarial, comunitaria,
sostenible y generativa.
Tal vez no sea un ejemplo de crecimiento, ni puedo ser
citado en las cifras del gobierno o de cámara de comercio Cartago, porque me
abstengo de figurar en burbujas mediáticas.
Sin embargo, la sobrevivencia es mi fuerte, lo logré
por 7 años, mañana no sé. No puedo ser un
consejero en el amanecer de la vida, pero en el ocaso de la muerte desvanecida,
sí soy consultor: un testigo de la cíclica mutación de los presentes.
Por ende, para dar advenimiento al futuro. Hoy, me
pinto el dintel del alma, soy gestor de mi propio rumbo, me empodero del timón
del destino y parto en un viaje desde el puerto
móvil Almacén Oporto, para navegar los mares de la moda en la nave,
BuenaMar In Col, la marca del barco, el
sol, la gaviota y el mar rojo. Llevo 7 años desafiando la suerte con trabajo.
Jorge Enrique Moncada Angel
Almacén Oporto Colombia |
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